Después de una larga lucha con pérdidas (de casi 4.430 millones de dólares) y un intento fallido de establecer una sociedad, LG finalmente decide abandonar la producción de teléfonos inteligentes, una confirmación de la intención anunciada hace algún tiempo. En una oracionLG menciona que esta decisión ayudará a la empresa a enfocarse en sectores importantes, que están en constante crecimiento, como el mercado de automóviles eléctricos (fabricación de componentes, hogares inteligentes, robótica, inteligencia artificial, servicios diversos y soluciones de empresa a empresa).
La serie actual de teléfonos inteligentes seguirá vendiéndose, y LG ofrecerá soporte «durante un período que difiere de una región a otra». A pesar de la determinación de recuperarse de las pérdidas, parece que ni siquiera los modelos de teléfonos plegables y enrollables han podido dar a los surcoreanos esa luz al final del túnel. Lo que una vez fue un serio rival para sus vecinos de Samsung no pudo hacer frente a la popularidad de la que disfruta este último, junto con Apple.
LG podría dejar de fabricar teléfonos
La empresa deja atrás un campo dominado por la competencia
La venta del negocio de teléfonos inteligentes a otras empresas tampoco tuvo éxito. Agregue a eso la situación ya delicada en la que ya se encontraba el desarrollador. A diferencia de Samsung, por ejemplo, la empresa no produce sus propios conjuntos de chips, lo que ralentiza considerablemente la producción en masa de teléfonos, y LG tiene que depender de proveedores asociados.
De ahí que nos despidamos de los teléfonos fabricados por LG. La operación estará completa en el verano, hacia finales de julio. Esto significa que el modelo de teléfono flexible del que el fabricante estaba orgulloso no llegará a las tiendas, y los días de los teléfonos inteligentes existentes comienzan a estar contados.