Intel ha estado navegando por aguas turbulentas en los últimos tiempos, pero con un nuevo director ejecutivo a la cabeza y diferentes visiones para el futuro, la empresa parece lista para recuperarse. Entonces, un anuncio llamado “Ingeniería del futuro” en el que Pat Gelsinger (CEO Intel) anuncia que invertirá 20 mil millones de dólares en la construcción de nuevas fábricas que producirán chips para su propio uso y no solo. Las nuevas fábricas estarán ubicadas en Arizona, Estados Unidos de América.
Este anuncio es parte de la estrategia”IDM 2.0” de los de Intel. Esta estrategia consta de tres partes: en primer lugar, estamos hablando de producción propia que tiene un papel muy importante en los planes de la empresa. En segundo lugar, Intel utilizará socios como TSMC y Samsung para la producción externa de chips empresariales y de consumo a partir de 2023. Por último, pero no menos importante, están Intel Foundry Services, es decir, las fábricas que producirán chips para los clientes de la empresa. Pero la parte más importante es que las nuevas fábricas se ubicarán en Estados Unidos y Europa, por lo que la empresa obtiene una gran ventaja sobre competidores como TSMC.
Intel ha encontrado la solución para salvar su imagen
Los esfuerzos de Intel llegan en un momento crítico cuando son necesarios. Los $20 mil millones financiarán la construcción de fábricas en los terrenos del campus de Ocotillo en Arizona. Esto significa que la producción de procesadores también comenzará en el territorio de los Estados Unidos de América justo en el momento en que se necesiten debido a la crisis de los semiconductores. Y los planes de Intel no terminan ahí, ya que el fabricante busca expandir sus fábricas en todo el mundo, incluida Europa este año. Eso abrirá nuevas oportunidades para muchas empresas y campos, desde consolas de juegos hasta autos eléctricos y casi cualquier cosa que use un procesador para funcionar.
También era hora de que Intel volviera al juego, especialmente en un momento en que competidores como AMD y Apple empiezan a ofrecer mejores productos. Además, la empresa también está perdiendo innovación y tecnología, por lo que competidores como TSMC ya cuentan con métodos de producción mucho más avanzados. Parece que el campo azul ha pasado por una merecida reestructuración y está listo para recuperar la primera posición. Veamos si funcionará.